New York, New York... ¿Cómo hacer de tí un grande? Dos títulos de la NBA en 62 años de historia. Pobre bagaje. ¿No creen? Nacieron en el 47 con el nombre de New York Knickerbockers, aunque popularmente se les conoce como Knicks, y su competición de inicio fue la ABA, en la que permanecieron tres temporadas. No fue hasta la temporada 69-70 cuando los Knicks consiguen su primer título bajo el pupilaje de Red Holzman y el poderío Willis Reed y Walt Frazier, dos auténticos mitos del baloncesto. Tanto les gustó que repitieron en la 72-73, con un Reed más secundario pero con gran juego de Bill Bradley y el trabajador Dave DeBusschere. Miembro de aquel equipo fue un tal Phil Jackson.
Ya no habría más títulos y ha atravesado desde entonces por fases más flojas que brillantes. Su año más mágico fue la temporada 93-94. En aquel año, con Riley como entrenador llegaron a las finales de la NBA donde Patrick Ewing se enfrentaba al mejor pívot de los últimos 30 años, Hakeem Olajuwon. El pívot de origen nigeriano hizo unos playoffs de ensueño, promediando 29 ptos y 11 rebs pp. El pívot jamaicano no le fue a la zaga y lideró a los Knicks en la segunda fase de la temporada con 22 ptos y 12 rebs pp. En este duelo de titanes el título fue para unos Rockets que se impusieron por 4-3.
Después llegaron otras finales con Van Gundy como coach en al 98-99. Latrell Sprewell, Allan Houston y Larry Johnson fueron los grandes escuderos de un Ewing en claro retroceso. En la final los Spurs de Tim Duncan y David Robinson fueron un durísimo rival y no se pudo hacer nada (4-1).
Después de tocar la gloria, alguna que otra presencia en playoffs y cuatro temporadas consecutivas horrendas caracterizada por malas operaciones en los despachos y desencuentros entre entrenadores y jugadores. Esta temporada, cambio en los despachos y en el banquillo...y vuelta a empezar.
Temporada 07-08
La temporada pasada igualaron la peor campaña de siempre con un triste balance de 23-59. Mejor no se puede hacer. El equipo fue un desastre desde principios de temporada. Los problemas extradeportivos de Isiah Thomas , su mala relación con Stephon Marbury, las lesiones de gente como Eddy Curry, Quentin Richardson o el propio Marbury, y el exceso de egoismo de la recien incorporada estrella Zach Randolph (también lesionado) fue un cocktail molotov demasiado potente.
Sólo la seriedad de Jamal Crawford y los buenos partidos desde el banquillo de Nate Robinson y David Lee fueron lo poco salvable de una temporada donde fueron el hazmereir del resto de equipos.
Al final de la temporada hubo cambio de megamanager, con la llegada de Donnie Walsh y la sustitución de Isiah Thomas como técnico. Llegaba al banquillo Mike D'Antoni, cuyo estilo de juego no acabó de funcionar en los Suns.
Jamal Crawford fue el líder en anotación con casi 21 ptos por partido, siendo también el mejor pasador, con 5, y quien más balones robó (1 pp). Zach Randolph, promedió dobles figuras, destando los 10.3 rebs por partido. En tapones, Chandler, Curry y Balkman promediaron 0.5 gorros. Pobre intimidación en defensa. Así les fue.
Poquísimas caras nuevas para iniciar la revolución D'Antoni. El rookie Danilo Gallinari , en quien tienen grandes esperanzas, y Chris Duhon, en la posición de base, son dos de los redentores venidos desde fuera. Los otros parece que son los jóvenes Chandler, Lee y Robinson, grandes protagonistas de la temporada y mejores ejecutores del run & gun del italoamericano. No olvidemos tampoco al mejor hombre de la pasada campaña, Jamal Crawford, que seguirá siendo el hombre referencia en ataque. Dos sombras pesan en estos Knicks: Randolph y Marbury. Sus nombres han sonado este verano en todas las quinielas pero los rumores han cesado y D'Antoni ha tenido que trabajar con ambos en el training camp y en esta pretemporada que ya ha cruzado el ecuador.
Sería de locos pensar en que van a lograr un lugar en playoffs. El estilo d'Antoni les permitirá ganar más partidos pero creo que no llegaran en esta temporada. Buenos jugadores tienen. Eso nadie lo duda, pero carecen de un espíritu competitvo. Eso será tarea de Mike y de su jefe, Walsh. Allan Houston se asoma tras unos años apartados por lesiones. Y también Patrick Ewing. Hijo, claro.
4 comentarios:
la historia de este equipo no va junto al numero de titulos que han conseguido. la verdad es que es de las miticas que menos exito han tenido, eso, o mala suerte amigo.
Mala gestión también amigo big. Sobre todo en los últimos años. la última vez que me gustaron fue con Mark Jackson, Pat Ewing y Rick Pitino de entrenador, hace muchos, muchos años.
Saludos.
Ya que mencionas la época de Ewing y compañía, yo siempre he pensado una cosa, que el gran error de los Knicks en los 80, fue repudiar a Bernard King, primero por su grave lesión (de la que todos dudaban que superase) y después por acogerse a Ewing y pensar que con él legaba una nueva era y ya no necesitaban a Nard.
En mi modesta opinión, la pareja Patrick Ewing & Bernard King (una vez superó la grave lesión), podría haber marcado una era en NY; y con la llegada de los Mark Jackson y compañía, tal vez podrían haber conseguido el anillo.
Esto siempre serán suposiciones, pero creo que este es uno de esos casos en que uno termina pagando el no haberse portado bien con quien lo merecía.
Termino con moraleja y todo, ja, ja, ja.
Tienes gran razón en ello pues Bernard King fue un grandísimo anotador. Luego lo demostró en los Bullets, llegando a los 50 en alguna que otra ocasión y jugando un all star game (si no recuerdo mal). Tampoco desentonaba sidney Green, padre de Taurean así como el pívot bill Cartwright, cambiado por Oakley y un joven Strickland que era tan bueno como polémico.
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