Dicen que a todos los jugadores de la NBA les encanta jugar en Atlanta pero nadie quiere ir allí a jugar. En sus 58 años de existencia -nació en Tri Cities y continuó en Milwaukee y Saint Louis- sólo ha conseguido un título de la NBA. Bob Pettit, uno de los históricos dentro de la NBA, les aupó a lograr el título en el 58, cuando los Saint Louis Hawks eran uno de los dominadores de la NBA. En los 13 años en que la franquicia estuvo en la capital del Mississippi disputaron 12 veces los playoffs y llegaron a la gran final en cuatro ocasiones. En la temporada 68-69 aterrizaron en Atlanta y el equipo siguió la estela ganadora en sus primeros años aupados por la figura de Lou Hudson y el grandísimo Pete Maravich. Pero pronto se mezclaron los altibajos con momentos álgidos que coincidieron con la presencia en el roster de figuras como Dominique Wilkins , Kevin Willis, Steve Smith o Mookie Blaylock junto con entrenadores de la talla de Mike Fratello (en los 80) y Lenny Wilkens (90).
La década del 2000 ha sido la peor de la historia. El equipo no ha tenido entrenadores sólidos ni figuras hasta que en la campaña 2004-2005 se empiezan a poner los primeros cimientos de un proyecto liderado desde el banquillo por el ex jugador Mike Woodson. Los dos primeros pilares son los rookies Josh Childress y Josh Smith. Childress, formado en la prestigiosa Standford, fue número 7 del draft. Smith aterrizó en el puesto 19 procedente de la high school. La temporada fue desastrosa pero los rookies gustaron. Incluso Childress fue mejor que Smith en sus primeros años pero la llegada de Joe Johnson -otro de los pilares- le desplazó hasta la posición de sexto hombre. La temporada pasada los Hawks volvían a acertar en el draft -algo en lo que no han sido muy duchos- con la adquisición del dominicano Al Horford. Con el pívot de Florida se acababa de levantar el cuarto pilar y los Hawks llegaban a los playoffs por primera vez desde la temporada 98-99. El refuerzo extra, Mike Bibby, apuntó destellos pero no los suficientes para ganar unos cuantos partidos más en la fase regular con los que hubieran podido evitar a los Celtics. Aún así, les plantaron cara en los tres encuentros disputados en el Phillips Arena y se encargaron de colocar el sambenito a los Celtics de equipo perdedor fuera de casa.
Este verano dos pilares, los de más futuro, están a punto de derrumbarse. Uno ya lo ha hecho. El Olympiakos del Pireo no ha querido ser menos que el Panathinaikos y se ha hecho con los servicios de Childress. Los 32.5 millones de dólares por 3 años le convierten en el jugador mejor pagado fuera de la NBA. Es una apuesta arriesgadísima ya que el jugador se ha reservado la opción de regresar cuando lo considere oportuno. El club, además de pagarle las tasas, se hace cargo de todos sus gastos, incluídos todo tipo de lujos que van desde coche y chófer privado hasta servicio doméstico. Childress, además, no ha de compensar al club si decide romper el contrato. Atlanta, por su parte, sólo llegó a 33 millones de dólares por cinco años y las tasas, por supuesto, a cargo del jugador.
Buscando un culpable
Muchos piensan que no es culpa de los Hawks ni de Rick Sund el que el chico haya decidido marchar a Grecia y dejar los Hawks. Tal como está la situación, hubiera sido difícil que algún equipo NBA hubiera mejorado la oferta de Atlanta. Como indicaba un empleado anónimo de los Hawks en un blog, “hubiera sido un error firmarle una ficha anual de 10 millones dólares porque no es una estrella”. Los agentes también han sabido ver esto y la oferta del Olympiakos era demasiado suculenta para todos. Seguro que la decisión ha sido muy meditada por el jugador. No es una cabeza loca sin un muchacho ejemplar que está finalizando su carrera de empresariales en Stanford porque tiene claro que la carrera en la NBA es efímera. Pero estos casi 7 millones anuales le permitirán invertir en negocios que, de prosperar, le resolverán la vida.
El otro pilar es que puede caer es Josh Smith, la figura mediática de los Hawks. Por él ofrecerán más dinero pero todo indica que tiene muchos números de cambiar de aires, aunque de momento su futura residencia se fija en USA. Desconocemos que el rumor lanzado hace un mes por la web www.eurobasket.com sobre la posibilidad de que una estrella NBA recalase en el equipo de Obradovic, hiciera referencia a Smith, uno de los agentes más jugosos. En su día fue desmentido por el club y considerado un bulo pero también se insinuó que lo de Childress era de dudosa credibilidad. La noticia destapada por el especialista de los Hawks en el Atlanta Journal Constitucion, Sekou Smith sí fue realidad Lo cierto es que los Hawks tienen un problema muy grande si lo pierden. El sólido quinteto de la temporada pasada, que auguraba una mejoría de entre 10 y 15 partidos ganados más esta temporada puede irse al garete y volver a la triste dinámica de esta temporda.
¿Cambia el mercado?
La marcha de Childress, con un margen de mejora importante, es mala para Atlanta pero también para la NBA. La liga de Stern ha vivido en otras épocas éxodo de estrellas. Bradley, McAdoo, Dominique Wilkins, Eddie Johnson, Tarpley, Cooper…fueron grandes jugadores que marcharon a Italia y Grecia pero ya en el ocaso de su carrera (excepto Tarpley que no podía jugar por sus flirteos con la cocaína). Tan sólo los casos de Danny Ferry y Brian Shaw crearon cierto nerviosismo en su día pero ya no se volvió a repetir la situación. Pero los casos Jennings y Childress unidos a la marcha de jugadores como Navarro, Nachbar, Garbajosa o Delfino han provocado un bamboleo en las estructuras de la NBA. Antes Estados Unidos “birlaba” a Europa a los jóvenes prospectos. Estos, ahora, vuelven a Europa porque aquí se les mima más y encima cobran muy bien. La supremacía del euro más las características contractuales y salariales de la mejor liga del mundo están provocando una situación de cambio que puede ser buena para el jugador y su agente y para la proyección mundial de los grandes clubes europeos. Ahora bien, se están pagando fichas enormes por buenos jugadores que podrían estar entre los 100 mejores del mundo pero estamos habladno de los 50 mejores jugadores. ¿Hasta cuanto estarían dispuestos a pagar los grandes magnates europeos por gente como Michael Redd, Caron Butler, Danny Granger…? Estoy obviando a los Wade, Howard, James, Duncan, Paul…La cifra podría superar los 20 millones, algo difícil de imaginar. Además, ¿hasta cuando va a durar esto? En su día los grandes clubes griegos se quedaron muy tocados y es previsible que cuando no haya dinero negro que lavar, todo vuelva a su cauce y entonces habrá que ver quién asume estos vertiginosos contratos.
¿Para cuando España?
Por último dos apuntes por lo que respecta a la promoción. Esta próxima temporada todos estarán atentos a lo que hace Olympiakos y la Virtus Roma. Por otro lado, las dos mejores competiciones, la NBA y ACB, partirán de un peldaño más abajo. La NBA se repondrá rápidamente porque si algo sabe hacer muy bien es producir nombres. La ACB queda en cuadro porque ningún club ha sido capaz de conseguir un jugador de los denominados estrella. Sólo Andersen cumple con ese papel pero su calidad deportiva está reñida con su tirón mediático. ¿Fichará algún club de la ACB a Kwame Brown para proyectarse más allá de Europa? De momento los dos mediáticos más importantes han sido Sabonis y Petrovic y, un poco antes, un reserva de los Lakers llamado Larry Spriggs ¿alguien se acuerda?
Foto Childress: Andy Sharp / asharp@ajc.com
3 comentarios:
He seguido a Childress y hará un poquito de todo pero que no esperen una media de 20 por partido. Mi apuesta son 15 ptos, 3 asist y 4 rebs.
Me leido en los foros acb que el Panathinaikos prepara una bomba
No será Josh Smith...!!! Este vale más.
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