La tónica general en estos playoffs están siendo las victorias caseras y la escasez de triunfos fuera de casa. Equipos como Boston Celtics, candidato al anillo al principio de temporada, no saben lo que es ganar fuera del Garden. Perdieron todos los encuentros en Atlanta y han hecho lo mismo en Cleveland. Equipos eliminados como Suns, Nuggets o Hawks hicieron lo propio. En segunda ronda, salvo los Pistons, que ganaron en Orlando, nadie ha conseguido salir victorioso en sus visitas. Los Lakers han caído en Utah y los Jazz en Los Angeles, igual que en la eliminatoria entre Celtics y Cavs, y Spurs y Hornets. En los estadios europeos, con menor tamaño salvo contadas excepciones, es más previsible un triunfo casero por la presión del público pero se hace más extraño en las arenas norteamericanas, donde los aforos de 20.000 personas imposibilitan esa presión.
El CAI Zaragoza perdió una final europea ante el PAOK por la presión del público sobre el árbitro cuando llevaba una gran ventaja en la primera parte del encuentro. Los estadios turcos, griegos o serbios son todo un infierno. Pero el tono festivo de la afición norteamericana no parece que influya tanto en el resultado final. Publicaba Antoni Daimiel en El Periódico de Catalunya que Scott Padget denunció que su equipo, los Jazz, inflaba más los balones para provocar el error del rival en el tiro. Los Jazz tienen un juego más interior y de penetración que no de grandes tiradores. Tampoco creo que este tipo de artimañas sean las que decanten esa superioridad de los equipos en su campo. Tal vez la dura liga regular ya pasa factura y el equipo que no se desplaza está más físico. No se. ¿A Alguien se le ocurre una razón que explique esta segunda ronda tan descafeinada?
Os adjunto un vídeo de la afición del Aris animando contra el FC Barcelona y cómo dejan el campo al final del encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario