BASQUET JAM: Robinson busca su segundo cetro

martes, febrero 06, 2007

Robinson busca su segundo cetro

El mate es espectáculo y lo ha sido desde que la NBA empezó a incorporar jugadores de raza negra. Con ellos llegó la plasticidad y la contundencia, aspectos que se concentran en un buen dunk. Dado el alto nivel de atracción, la NBA decidió incorporar un concurso de mates en el All Star de 1984 y ha sido fiel a la cita excepto en el periodo 98-99, suspendido por falta de ideas en los concursantes.

Un ala-pívot de 2.08 fue el primer ganador. Larry Nance, de Phoenix, derrotaba contra pronóstico a Julius Erving, el matador más plástico de la NBA. Como curiosidad cabe destacar la participación del jugador más alto en la historia de este concurso, Ralph Sampson. Con 2.24 a Sampson (Rockets) no le costaba demasiado meterlas hacia abajo pero tampoco estaba para demasiadas contorsiones en el aire.

Una temporada más tarde participaban los grandes expertos en el mate: Dominique Wilkins y Michael Jordan. La primera edición fue para Wilkins. En la segunda se coló Anthony Spud Web, quien se convertía en el ganador más bajo (medía 1.69). El base suplente de Atlanta no se dedicó sólo a machacar sino que hizo mates con mucho mérito. Las ediciónes del 87 y del 88 fueron para Michael Jordan aunque en la del 98 podríamos hablar de empate ya que Wilkins hizo su mejor participación, destacando un molino demoledor. Pero el mate desde la línea de tiros libres que hizo Jordan fue el que se quedó grabado en las retinas.

En el 89 sorprendió el alero de los Knicks, Kenny "Sky" Walker, con un gran concurso. Walker -quien también ganaría un slam dunk de la ACB cuando jugó con el Granollers- incluso mejoró en dificultad los mates de Wilkins. Un año más tarde la NBA daba el título de campeón a Wilkins en detrimento de Kenny Smith, quien fue el precursor de los mates con carambola y que fue el vencedor moral del concurso.

Tras esta etapa dorada empezaba el declive. Dee Brown, primero, y Cedric Ceballos, después, no aportaron nada nuevo excepto el cerrar los ojos (Brown) y ponerse una venda (Ceballos) para machacar. Con Miner (1993) llegó un tipo de matador más explosivo que se repetiría con Isaiah Rider. Jugadores musculosos con una excelente salto que las metían más abajo que nadie. El declive llegó definitivamente cuando Brent Barry (Clippers), primero, y Kobe Bryant ganaban las ediciones del 96 y 97. Barry se convertía en el primer blanco en ganar un concurso pero más por desméritos de gente como Satckhouse, Christie o Finley que por él mismo. Imitó el salto de Jordan desde la línea de tiros libres pero un poco más cerca y con bastante menos sustancia. Bryant tuvo como rivales gente explosiva pero carente de ideas. Ante la sosez del concurso la NBA decidió tomarse un par de años de descanso.

En el 2000 vuelven los mates de la mano de un gran Vince Carter. La NBA conseguía cubrir el vacio dejado por Wilkins y Jordan. Carter volaba, creaba y masacraba y en frente tuvo gente plástica como Steve Francis y Tracy McGrady. Carter dedició no particiar más por miedo a lesiones y Desmon Mason, un escolta con potente salto, se adjudicó la edición del 2001, un poco más deslucida. La llegada a la NBA de Jason Richardson sirvió para que el concurso volviera a experimentar su recuperación. Suyas son algunas de las ejecuciones más difíciles y bellas en la historia de este contest. Sobra decir que Richardson se impuso en las dos ediciones de las tres ediciones en las que participó . En la última sería derrotado por Fred Jones, otro bajito potente.

En el 2005 un rookie parecido a Larry Nance, Josh Smith (2.08, saltarín y taponador), se adjudicaba el trofeo rindiendo honores a su ídolo, Dominique Wilkins y el año pasado Nate Robinson hacía lo propio con Spud Webb. Robinson ha sido el jugador más bajo en ganar un slam dunk. Su estatura debe rondar el 1.65 pero es capaz de ejecutar cualquier tipo de mate tanto en concurso como en un partido e incluso poner una chapela al mismísmo Yao Ming (2.27). En el concurso del año pasado se revivieron ediciones gloriosas como las del 86 u 88. Nate Robinso -con excesiva permisividad por parte del jurado- se imponía a un enorme Andre Iguodala. Tal vez el de los Sixers mereció el triunfo ya que no falló en sus ejecuciones pero ver como un hombrecillo ejecutaba semejantes mates con ese tamaño era merecedor de una plaza en el Hall of Fame.

Este año Robinson repitirá en Las Vegas. La pelea contra los Nuggets en la que también salió salpicado cortó una buena trayectoria ya que estaba jugando unos 20 minutos de media con gran aportación ofensiva. Robinson intentará ganarse el cariño, nuevamente de los aficionados. En frente tiene a un hombre muy grande. Dwight Howard (Orlando, 2.10) que aportará mucha contundencia en sus ejecuciones pero que está condenado a ser cuarto. Sus más duros rivales serán Gerald Green (Celtics) y Tyrus Thomas (Bulls). Green es capaz de hacer mates estratosféricos en partidos oficiales por lo que nos puede ofrecer alguna sorpresita. Tyrus Thomas es más de lo mismo pero dentro de un cuerpo de 2.06 y bien musculado. Incluimos algunos videos de lo que son capaces estos jóvenes. A priori se nos antoja una gran velada en la que cabe decir que falta algún nombre como Iguodala, Warrick o Ronnie Price, autor de la jugada más espectaular del año (mate sobre Carlos Boozer que podréis encontrar en la columna de la derecha).

Historia del concurso de mates en imágenes

1985. Dominique Wilkins (Hawks)

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